Otoño en Londres (Andrea Izquierdo)

(¡Aviso!: al final de la reseña hay un anuncio del blog, no olvidéis echarle un vistazo J)

Título: Otoño en Londres
Autora: Andrea Izquierdo
Trilogía Otoño en Londres 1/3
Género: Juvenil, Romántica
Editorial: Nocturna Ediciones
Páginas: 523
Fecha de publicación: octubre 2016

«El hotel Ellesmere se halla al sur de Hyde Park, en uno de los barrios más elitistas de Londres, hogar del creador de Peter Pan: el célebre South Kensington».

Allí va a parar LILY, admitida en la universidad gracias a una beca y atónita por su lujosa residencia. Para MEREDITH, ese ambiente es muy común, al igual que para AVA, más interesada en que sus secretos no salgan a la luz pese a la insistencia de CONNOR, ese chico coreano que siempre acompaña a REX (del que todos hablan debido a su madre) y a MARTHA, la del pelo azul que armó un número cuando se cruzó en una fiesta con TOM; sí, ¡el mismísimo Tom Roy!, amigo de FINN, el pelirrojo aficionado a los videojuegos que siente antipatía por OLIVER... Ese al que Lily preferiría no tener que ver nunca más.

Con el inicio del otoño, todos ellos coinciden en el entorno más exclusivo de Londres, donde cuanto más alta es la cima, más riesgo entraña el precipicio.

Tuve la oportunidad de ir a la presentación que Andrea hizo de este libro en mi ciudad y aproveché para oírle hablar sobre él antes de leérmelo. Así, como experimento. He de decir que, escuchando su opinión sobre Otoño en Londres y todo el proceso de creación, ya me hice una idea de lo que me podía esperar, así que no puedo decir que me haya defraudado o sorprendido. Pero sí que me he quedado con ganas de algo más. Voy a intentar ir punto por punto para no olvidarme nada, porque quiero comentar varias cosillas.

En primer lugar, vamos con los personajes: son ciento y la madre. Al principio del libro aparecen unas ilustraciones de los personajes, de lo cual deducimos que son los protagonistas de la novela. Pero lo cierto es que no todos son tan relevantes, ni son ellos los únicos narradores. Me explico, algunos de los que aparecen en los dibujos apenas tienen importancia después en la historia, y otros que llegan a expresar su punto de vista a lo largo de la novela, no salen ilustrados. Esto me resultó un poco lioso al principio, porque me rompía los esquemas y se juntaban un montón de nombres que no conseguía ubicar. Pero cuando ya entramos en materia y llevamos unos cuantos capítulos es muy fácil recordar quién es quién, así que punto a favor.

Otra cosa que también me gustó mucho fue la ambientación. Creo que Andrea consigue expresarnos los estados de humor de los personajes y de la ciudad a la perfección. Sí, ya sabemos que en Londres llueve y eso, pero lo bonito es cuando el clima forma parte de la historia y es capaz de transportarnos al lugar del que nos están hablando. Además, si añadimos a eso el hecho de que los capítulos son súper cortos y están llenos de diálogos, hace que nos hayamos terminado la novela antes de enterarnos, porque prácticamente se lee sola.

Y ahora vamos a la parte menos divertida… sacarle faltas. Ojalá no tuviera que hacerlo, pero quiero ser todo lo honesta que pueda, así que allá vamos. Este libro está dirigido a un público juvenil, poco exigente y que busque en la lectura un mero entretenimiento. No tengo nada en contra de esto, de hecho, me parece que en muchos casos es así como los adolescentes empiezan a interesarse por la literatura, y a partir de ahí pueden acabar buscando cosas más “provechosas”.

Con esto quiero decir que en esta novela hay muy poca evolución, por no decir ninguna. Los personajes son universitarios acomodados cuya única preocupación son sus propios líos de faldas. Un aire a lo Gossip Girl, como una telenovela en formato papel. Al final del libro, tanto unos como otras son exactamente iguales que al principio, no han aprendido nada. Y mira que podría haber aprovechado la diversidad de situaciones personales de cada uno para sacar alguna conclusión, pero no he visto ninguna progresión. Creo que Andrea Izquierdo está todavía un poco verde como autora, lo cual es absolutamente comprensible, ya que esta es su primera novela, pero eso se nota y no puedo dejar de mencionarlo.

El final es como un intento de golpe de gracia, un “no te vayas, que hay más” que hará las delicias de adolescentes ansiosos por saber qué ocurrirá en la segunda parte de la trilogía. En mi opinión podría haber estado algo más pulido y englobar a todos los personajes, porque a alguno le hemos perdido la pista hace tiempo, pero bueno, no se puede decir que no sea un cliffhanger supremo.

En general, creo que este libro nos sirve perfectamente como un ejemplo de los comienzos en la escritura. Me encantará leer más libros de la autora en un futuro y ver la evolución de su pluma. Por cierto, las ilustraciones a mano de Elena Pancorbo son una pasada, a raíz de este libro he conocido más la obra de esta ilustradora y estoy enamorada de sus dibujos, os animo a que le echéis un vistazo.

¡¡Por cierto!! Puede que ya os hayáis fijado en el calendario de la izquierda, pero para l@s despistad@s, os anuncio que a lo largo de las Navidades habrá ración DOBLE de entradas... sí, sí, habéis leído bien. Además de los post regulares de los jueves y domingos, tendréis entradas también los martes y sábados (empezando por el que viene). ¡Felices fiestas!