Título: La importancia de llamarse Ernesto
Autor: Oscar Wilde
Género: Teatro
Editorial: Visor libros
Páginas: 156
Fecha de publicación: febrero
2009
Gran Bretaña, 1890. Jack tiene un secreto. Lleva una vida tranquila
y respetable en el campo, donde ejerce como protector de la bella Cecily; pero
cuando necesita divertirse, se escapa a Londres y se hace pasar por su
imaginario hermano Ernesto, un hombre tan disoluto y extravagante como su
íntimo amigo Algy. Sin embargo, el objetivo de su último viaje a Londres es
proponer matrimonio a la prima de Algy. La chica acepta la propuesta, pero su
madre, la temible Lady Bracknell, que tiene otros planes para su hija, averigua
que Jack, siendo un bebe, fue hallado en una bolsa abandonada en la Estación
Victoria. Algy, aprovechando la preocupante situacion de su amigo, visita a
Cecily. Cuando se presenta como Ernesto, descubre encantado que la chica hace
tiempo que suena con casarse con el hermano errante. Pero, cuando Jack regresa
con la noticia de que su hermano ha muerto, las cosas empiezan a complicarse.
¿Os podéis creer que todavía no
había leído nada de Wilde? Aparte de un relato en el instituto (El ruiseñor y la rosa), no conocía
personalmente nada más de él, y no creáis que no me da ni un poco de vergüenza,
pero es la verdad. Intenté leer El
retrato de Dorian Gray, pero me fue imposible, así que cuando salió esta
propuesta en un club de lectura aproveché para animarme con este autor. Ésta es
una obra de teatro muy amena y graciosa que se lee en un visto y no visto, una
sátira en clave de humor sobre la hipocresía de las altas esferas de aquella
época. Los personajes son bastante tópicos y están bosquejados de manera muy
general, pero los diálogos y algunas escenas absurdas son desternillantes; y el
giro inesperado del final de la obra es ya la guinda del pastel. No os desvelo
más, espero que la leáis J
Título: Lady Susan / Los Watson
Autora: Jane Austen
Género: Romántica
Editorial: Alba minus
Páginas: 184
Fecha de publicación: marzo 2015
Este volumen reúne dos piezas de Jane Austen no publicadas durante
su vida, que no sólo confirman sus cualidades como novelista, sino que
constituyen una lectura deliciosa por derecho propio.
En Lady Susan (escrita
probablemente hacia 1793-1794), una viuda inteligente y bella, pero con pocos
escrúpulos, pretende que su hija se case con un hombre al que detesta. Ella,
por su parte, quiere a un tiempo atraer los favores del hermano de su cuñada y
conservar a su antiguo amante. En Los
Watson (1804), primera parte de una novela incompleta, la protagonista, una
joven llamada a recibir una sustanciosa herencia pero despojada de ella, se
debate entre un rico pretendiente y otro con menos medios económicos.
Todos los aficionados a las novelas de Jane Austen podrán apreciar
en estas breves piezas la vitalidad y el ingenio característicos de la autora.
Hacía mil que no leía a Jane
Austen y hacerlo ahora me ha creado mono de más, porque la última lectura fue
un poco agridulce (me costó mucho esfuerzo terminarla y no la pude disfrutar
tanto como me hubiera gustado). Estos dos borradores (o relatos, o bocetos, o
como se quiera llamar) son súper entretenidos. Se publicaron después de su
muerte y no están tan pulidos como sus novelas (uno de ellos no está ni
terminado), pero siguen siendo Jane Austen en esencia pura, así que es
imposible no disfrutarlos.
Lady Susan es una novela epistolar divertidísima en la que su
protagonista es una mujer de lo más terca que está segurísima de lo que quiere
y sabe exactamente cómo conseguirlo. Para ello no dudará en recurrir a todas
sus “armas de mujer”. No sólo conocemos a Lady Susan, sino que también aparece
una serie de personajes (la señora Johnson, amiga y confidente de la prota; la
señora Vernon, su cuñada; el señor De Courcy, hermano de lady Vernon, etc.), que
dan color y definen la personalidad de unos y otros.
Aunque Los Watson está sin terminar, podemos conocer la historia de una
joven llamada Emma que vuelve a su casa después de haber vivido muchos años
bajo la tutela de su tía. Esto era algo común en esa época, las familias con
muchos hijos y recursos limitados enviaban a alguno de sus hijos a vivir con otros
familiares sin descendencia y con más perspectivas de futuro. Emma vuelve a
casa a los dieciséis años y se siente una extraña. En lo poco que alcanzó a
escribir Jane Austen, podemos ver cómo retoma la relación con sus hermanas y su
nueva vida en su hogar natal, además de ciertos intereses románticos que, al
final del manuscrito, nos explican cómo hubiera deseado desarrollar la autora
de haber podido hacerlo.
En resumen, puede parecer raro
leer un manuscrito sin terminar, pero la autora ya tenía experiencia
escribiendo y su voz tan particular se nota y se puede disfrutar incluso aunque
el relato no sea tan largo como una novela. Personalmente, me pareció una forma
curiosa de conocer una historia: no leyéndola de principio a fin, sino sólo los
primeros capítulos y con el bosquejo que debería haber tomado forma pero que no
pudo ser. Llegados a este punto, no creo que ésta sea la mejor lectura para
iniciarse con Austen, pero quienes ya la hayan conocido en otras novelas como Orgullo y prejuicio, Emma o Mansfield Park, tendrán la oportunidad de recrearse una vez más con
esta autora tan característica.

Aun no leo nada de estos escritores, pufffff
ResponderEliminarBesos